11.8.09

Fernando Molle - Del que habla



Cuerpo a la aventura que se inclina,
brasa en cigarrillo muerde mano,
silla giratoria sobre suelo,
taco de vecina que se cuela,
muere un contrapunto de ascensores,
suena una ambulancia pendenciera:
sube, por el plexo en escalera,
pulso, de la planta hasta la mano,
letra en su latido comprendida
sobre la pantalla que refleja,
desde un edificio sobre tierra,
horno de cerebro redoblado.

Libro se abre: mono sube un palo
y hunde sobre el barro un surco mudo;
surco que otro mono pensativo
pisa en barro abierto que lo mira;
mono planta en grito una palabra,
surco planta en mono una semilla;
palo da en cabeza cuando parte
hueso que abre signo entre las cejas,
cuando tire el palo y se pronuncie:
surco mira al mono que lo piensa.

Mono en cada surco mira grito;
parte de una raya tres sonidos,
y de tres sonidos un recuerdo:
corra el mono padre sobre surco,
corre el mono padre sobre ciervo,
piedra mata carne y come fuego
brasa en la caverna cuando apaga
sombra donde mono come y duerme;
rayo con un trueno se desplanta,
cielo cae en agua y enloquece:
río inunda infarto en la caverna
y entra en los pulmones con la muerte;
cuando el mono en surco mida grito,
tres sonidos vibren y lo enciendan,
porque mono hundido vive dicho
por el mono vivo que se acuerda.

Cuerpo a la aventura que se inclina,
brasa en cigarrillo a la ventana,
silla giratoria bajo cielo,
ojo del poema que se mira;
desde un edificio sobre surco
mono que alza un palo “mono” escribe;
horno en el cerebro quema barro,
surco en la pantalla dobla grito:
suena un mono muerto con un palo
para un mono vivo con un libro.

(de Del libro)