El padre del Pibe Barulo y de Noel también tenía un pasado deportivo: con el nombre de Joe Trompada fue un gran boxeador amateur, no llegó a profesional porque Papi Trucco - una decadencia de 30 años- lo acobardó para siempre en Azul. Aparte de buenas piernas y ser una luz para el esquive, Papi era una nulidad en el ring, pero muy temido, casi demasiado, a tal punto que muchas carreras habían terminado por negarse a enfrentarlo. Vitelio Gasparini era incapaz de asustarse así, aunque colgó los guantes por culpa de Papi Trucco: -Tengo los huevos por el suelo- dijo Joe Trompada (alias Vitelio Gasparini), y hablaba en serio, su frase, diría un crítico literario, era excesivamente literal. Papi Trucco bebía, trasnochaba y andaba en negocios sucios. Explotaba mujeres y dicen que no le hacía ascos a traficar con drogas, si el asunto no era peligroso. Una lacra humana, pero que en provincias movía la taquilla, porque le conocían la fama y nunca lo habían visto pelear. Todo decían "no puede ser" y no perdían la oportunidad de comprobarlo con sus propios ojos. Pagaban la entrada. El asunto era que alguien se resignase a enfrentarlo. Tenía una sola habilidad. Delincuente de ring, su habilidad consistía en cometer falta tras falta sin que el árbitro se diera cuenta. El golpe bajo era su especialidad indiscutible. parecía mas un pretidigitador: cambios de mano a velocidad supersónica delante de la cara misma del jue y mientras no lo dejaban fuera de combate, golpeaba en los testículos hasta acobardar por completo al contrincante u obligándolo a tirar la toalla.
(de "El pibe Barulo", en Novelas y cuentos II)