Hoy es sábado. El sábado que viene, 8 de agosto, hacemos la reunión inaugural del taller.
Atención al sábado – Clarice Lispector
(traducción: N.V.)
Creo que el sábado es la rosa de la semana; el sábado a la tarde la casa está hecha de cortinas al viento y alguien vacía un balde de agua en la terraza; el sábado al viento es la rosa de la semana; sábado a la mañana, abeja en el patio, viento; una picadura, el rostro hinchado, sangre y miel, aguijón perdido en mí: otras abejas van a husmear y el próximo sábado a la mañana voy a ver si el patio está lleno de abejas.
El sábado es cuando las hormigas suben por la piedra.
Fue un sábado cuando vi a un hombre sentado en la sombra de la vereda comiendo un pote de carne seca y pirão[1] ; nosotros ya nos habíamos bañado.
Por la tarde, la campanilla inauguraba al viento la matiné del cine: el sábado al viento era la rosa de nuestra semana.
Si llovía, solamente yo sabía que era sábado: una rosa mojada, ¿no es así?
En Río de Janeiro, cuando se piensa que la semana está terminando, con gran esfuerzo metálico la semana se abre en una rosa; el coche frena repentinamente y, antes de que el viento espantado pueda volver, veo que es sábado a la tarde.
Ha sido sábado, pero ya no me preguntan más.
Pero ya agarré mis cosas y me fui el domingo a la mañana.
El domingo a la mañana también es la rosa de la semana.
No es exactamente rosa lo que quiero decir.
[1] Pirão: comida típica de la región de Minas Gerais, similar a la sopa y a la feijoada, en base a poroto líquido.