12.8.09

Lorenzo García Vega - Residuo sin espuma

Hay, después de esta operación que acabo de llevar a cabo, un residuo donde nose trata de espuma, amarilla, de naranja; de ninguna espuma de naranja se puede tratar.De espuma no es, entonces, el residuo, sino que ... Todo eso que miro, que ahora forzadamente miro, ¿por qué tendría que ser semejante a un pincho? ¿A un pincho?¡Qué feo! Pero ¿qué es? ¿Quién me obliga, después de esta operación, a inventar un pincho? Pues más bien se trataría de un rojo -mezcla con lo oscuro- atardecer. Que entonces (¿un rojo, un reloj, o un rojo reloj?) existió, sin duda (¿el rojo reloj mezclado conlo oscuro?): lo que antes (¿atardecer que era mezcla con lo oscuro de un rojo reloj?): lo que la vieja bodega amarilla (amarilla sí pero, repito, no espuma de naranja amarilla), destartalada. Mientras, frente a una esquina era - la esquina se habría roto, hacía tiempo. O yo no sabría decir cómo se podría cantar, todo esto, mi mano. Mi mano, mimano que, en aquel momento, también era amarilla. Como que por mucho que me quedé, pero nunca, sin saber decir lo de aquella niña que no inventé, no, sino que fue, ¡y de quémanera fue! (teniendo, como telón de fondo, a la suso bodega amarilla), Carmencita, la que tan bien sabía girar. Por una acera. Girar Pues lo que fue, fue (¿y esto lo invento ahora, o siempre lo he inventado?): lo semejante a pequeños sacos de arena que, pudiera ser que fuera el Mercurio, disfrazado. Para saber -¿será así lo que estoy diciendo?- lo que fueron. O lo que no puedo saber lo que fueron. Es decir, con aquel cielo amarillo -amarillo como mi mano de entonces -, que tan demasiado lejos, se quedó, al irse haciéndose, como efectivamente se hizo, solo, todo, o lo que es lo mismo, completamente, repito, sin espuma amarilla lo que, realmente, bien podríamos llamar residuo con, raíz, inconcebible, de lo muy semejante, a lo todo-solo, pero..., sin ser, precisamente, y sépase bien, ese residuo del que estoy hablando
(de Cuerdas para Aleister)