5.8.09

Juan Rodolfo Wilcock - Berlo Zenobi

El crítico literario Berlo Zenobi es una masa de gusanos, un amasijo de forma indefinida, aunque se supone que en su interior debe haber alguna estructura que lo sostiene: ¿cómo harían si no para mantenerse juntos todos esos gusanos? La naturaleza de éstos es, como se sabe, centrípeta, a menos que la maraña a la que están unidos sea ella misma su fuente de alimento. Desde el punto de vista zoológico estos gusanos son nematelmintos, más exactamente de la especie Ascaris lumbricoides, de quince a veinticinco centímetros de largo; tienen el cuerpo cilíndrico, de color rosa ebúrneo, aguzado en los dos extremos; normalmente el macho es más pequeño que la hembra. La pregunta que con más frecuencia se les ocurre a los lectores de Zenobi, quien además es director de la página cultural de un importante matutino, es la siguiente: ¿estos gusanos son siempre los mismos, o se renuevan? Es más plausible que las ascárides en cuestión se reproduzcan y sean continuamente sustituidas por ascárides nuevas, considerando que ya van veintidós años que Zenobi tiene la misma sección de crítica en el mismo diario, y ningún gusano resiste tanto. Por otra parte, se sabe que dondequiera que vaya el crítico Zenobi deja siempre a su paso algún nematelminto muerto, sobre las sillas o los almohadones. En ocasión de la entrega de los premios literarios más importantes, la bola de gusanos parece adquirir vida nueva, no por nada su lema es: “Apremiando premio y premiando apremio”. Es además asesor de las mejores editoriales y se murmura que cobra no menos de diecisiete sueldos diferentes, todos correspondientes a asesoramientos literarios, incluso televisivos: pero, por otra parte, es cierto que los gusanos parasitarios consumen enormes cantidades de alimento.
(de El libro de los monstruos)